El medio digital oficialista Cubadebate reconoció en una nota este jueves que la población de calle en La Habana se ha incrementado, aunque alegan que en la mayoría de casos se debe a ‘decisión propia’ de las personas permanecer en esta situación.
Uno de los casos mencionados es Juan, quien contrajo el virus del VIH SIDA mediante una transfusión de sangre, y fue despedido de su trabajo, pues pensaban era contagioso al tacto. El periodista ni se sonroja al normalizar esta práctica discriminatoria.
“No te imaginas lo que es dormir sin un techo, pasar frío, casi siempre tener sed y hambre, ya no puedo más con esto, a veces quisiera morir y así terminaría mi pesadilla, solo sigo adelante por mi hijo”, cuenta Juan.
El texto asegura que desde 2015 se estableció el Protocolo de actuación para la admisión, diagnóstico, atención y reinserción social de personas con conducta deambulante en La Habana, el cual establece que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tiene la función de coordinar con las instituciones las medidas para solucionar las causas que generan esta conducta.
En resumen, se trata de las famosas guaguas que pasan por determinados barrios habaneros -sobre todo los más turísticos- y recogen a estas personas.
Los habitantes de calle incluso reconocen que la Iglesia los ayuda más que el Estado cubano. Este es el caso de Raúl. “Todo parece muy bonito, parece que te van a resolver el problema, pero a veces no me dan la ropa que me toca, ni la sábana y los mismos trabajadores la venden. La iglesia me ayuda todos los días del mundo, allí me dan comida, me baño, me dan ropa. Si encuentro una materia prima, un pomo, una botella, resuelvo algún dinero, y mis hijos que están en el extranjero a veces me ayudan”.
La pobreza en Cuba, a pesar de los intentos del régimen por ocultarla, ya no es un secreto para el mundo.
Un estudio del 2018 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sugiere que la grave crisis económica de los años 90 en Cuba fue peor de lo que admite el Gobierno de la isla, y afirma que el país es más pobre de lo que reflejan las cifras oficiales.
Según el informe, Cuba habría perdido un poco más del 50% de su Producto Interno Bruto tras quedarse sin los subsidios soviéticos y el bloque socialista y no un 35% como afirma La Habana.
Las autoridades de la capital dijeron a Cubadebate que quedan ‘debilidades’, como por ejemplo, que “no se ha implementado un mecanismo de detección oportuna que incluya una línea telefónica a la cual un ciudadano pueda llamar para reportar un caso”.
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