Por ADN Cuba el 31 Mar 2020 – 12:16pm
Derechos Humanos
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) publicó su Informe sobre Libertad de Prensa en Cuba, que debía presentarse en la reunión semestral de Saltillo, México, pospuesta por la situación internacional provocada por la pandemia de la COVID-19.
El documento cubre el periodo desde octubre de 2019 hasta marzo de 2020 y da cuenta de que “el ambiente para el ejercicio de la libertad de prensa y de expresión sigue marcado por las mismas restricciones de siempre”.
Informa que “se mantienen las prohibiciones legales y constitucionales para ejercer el periodismo” en la isla, a lo que se suma el aumento de las prohibiciones de salir de Cuba emitidas contra periodistas independientes, quienes pasan a ser “regulados”.
Según La Hora de Cuba, el texto fue elaborado por Henry Constantín, director de esa publicación independiente y vicepresidente regional para la isla de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP. El informe fue resultado de “un proceso de consulta con periodistas y directivos de la prensa independiente cubana”, y debía haberse presentado en la Reunión de Medio Año de la SIP en Saltillo, prevista para finales de marzo de 2020.
Además, del informe cubano, publicaron simultáneamente los de otros países del hemisferio agrupados en la institución.
El texto sobre Cuba denuncia que “el gobierno tiene el monopolio de la información y restringe las telecomunicaciones y el acceso a Internet. Continúa encarcelando, persiguiendo y amedrentando a los periodistas y sus familiares y se mantiene la impunidad total de las agresiones a la libertad de prensa en un sistema judicial absolutamente controlado por las autoridades”.
La condena a prisión del periodista independiente y abogado Roberto de Jesús Quiñones, la encarcelación del opositor José Daniel Ferrer, “cuya organización también ejercitaba el periodismo ciudadano”, y la detención de otros comunicadores son algunos de los hechos enumerados.
Algunos de los que han sufrido acoso durante este periodo son colaboradores de ADN CUBA, entre ellos Francisco Correa, Jancel Moreno, Ariel Maceo, Maykel González Vivero y Abu Duyanah.
https://www.facebook.com/hansel.morenoperera.3/posts/909179189531522
Los periodistas Vladimir Turró, Yoe Suárez, Camila Acosta e Iliana Hernandez también reportaron haber recibido citaciones y “actas de advertencia” –cuya acumulación puede llevar al encarcelamiento- o multas.
Decomisar medios de trabajo, registros en viviendas, hackeo de redes sociales personales, así como ciberbullyng y amenazas a través de Facebook y Twitter (especialmente contra periodistas de la comunidad LGBTIQ), son otras de las violaciones detalladas.
Según el documento, los familiares de los reporteros también son objeto de presión por parte de la policía política: “La Seguridad del Estado ha practicado otros actos de acoso sobre familiares de periodistas como revisión exhaustiva del equipaje de la madre de Henry Constantín al salir de Cuba; citaciones policiales a “entrevista” para la madre de Yoe Suárez y el esposo de Miriam Celaya; visitas y emisión de amenazas verbales a familiares de Ana León, Waldo Fernandez Cuenca y Ariel Maceo. Al periodista Yoe Suárez, además, se le avisó que si continúa trabajando su esposa e hijo tendrán problemas”.
A varios periodistas se les prohibió la salida del país, por ejemplo, a Reinaldo Escobar (jefe de Redacción de 14ymedio), Nelson Álvarez Mairata (youtuber y corresponsal de ADN CUBA), Yoe Suárez (colaborador de Diario de Cuba y La Hora de Cuba), Rolando Rodríguez Lobaina (director de la agencia Palenque Visión), Ismario Rodríguez (del equipo de Periodismo de Barrio), Maykel González Vivero (director de Tremenda Nota), Camila Acosta (Cubanet), Yoandy Izquierdo Toledo (miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia), Regina Coyula (blogger), Mario Félix Ramírez y Lien Estrada (editor y colaboradora de La Hora de Cuba, respectivamente) y Ricardo Fernández Izaguirre (colaborador de 14ymedio y La Hora de Cuba).
Los nuevos regulados se sumaron a otros que existían anteriormente y a los que no se les ha levantado la prohibición, entre ellos a Luz Escobar (14ymedio), Iliana Hernández (Cibercuba), Ana León (Cubanet), Boris González Arenas (Diario de Cuba), Rosalia Viñas (diseñadora de la revista Convivencia), Abraham Jiménez Enoa (El Estornudo), y a varios de La Hora de Cuba.
Las fuentes que deciden hablar con periodistas independientes también son acosadas. Una directora de escuela fue expulsada de su trabajo por conceder una entrevista a Vladimir Turró sobre un problema de salud pública. Fueron interrogados y amenazados Yoelvis Lamorú y otros vecinos de un barrio tras publicarse un reportaje sobre sus problemas de electricidad.
La prensa estatal no escapa a las restricciones, porque en el periodo perdieron sus trabajos en medios oficiales Cristian Álvarez y Yasel Porto, por publicar contenidos o emitir criterios molestos a las autoridades.
En varios momentos estuvieron bloqueados las webs La Joven Cuba, OnCuba, Periodismo de Barrio, Asociación Pro Libertad de Prensa y El Toque. Además, se mantuvo el bloqueo a las páginas online de varias decenas de medios ONGs relacionadas con la libertad de expresión.
El monopolio estatal de telecomunicaciones “ETECSA vigila y censura el Internet y evita que entre al país la señal de Televisión Martí y de otros canales producidos en el exterior. Continúa la persecución aleatoria contra transmisores ilegales de televisión, así como la vigilancia y censura sobre los contenidos distribuidos de manera independiente en El Paquete”.
Estas publicaciones no representan necesariamente las opiniones del Instituto de Estudios Cubanos.