Por ADNCUBA el 31 Jul 2019 – 5:06pm
Los cineastas independientes Ricardo Figueredo, Lynn Cruz y Miguel Coyula, compartieron con ADN CUBA desde La Habana sus puntos de vista sobre la mal llamada “nueva Ley de Cine” en la isla, que entra en vigor en septiembre próximo.
A finales del mes de marzo, durante una reunión del Consejo de Estado efectuada, fueron aprobados dos decretos-leyes en Cuba, uno de ellos correspondiente al “Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente”. De acuerdo con medios oficiales cubanos, este último instituía “las figuras del Creador y los Colectivos de Creación Audiovisual y Cinematográfico, con el objetivo, entre otras cuestiones, de garantizar la calidad de sus producciones y el desarrollo de esa actividad”.
Tras la publicación del Decreto Ley 373 en la Gaceta Oficial, los cineastas conocieron las nuevas normas que incluyen el reconocimiento y regulación del trabajo del creador independiente, la creación de colectivos de creadores, un Fondo para el Fomento del Cine, una Comisión Fílmica para facilitar la producción nacional y extranjera y tres nuevas figuras de trabajo por cuenta propia.
El Decreto 373, si bien reconoce la condición laboral del creador audiovisual y cinematográfico independiente, mantienen al ICAIC como organismo rector de la actividad audiovisual y cinematográfica.
Al presentar ante la prensa las regulaciones, el presidente de esa institución, Ramón Samada, señaló las bondades del decreto: “se dota a esos artistas de una condición legal y reconoce el trabajo que hacen. Se convierten en entes económicos y son a la vez objeto y sujeto, pueden ser contratados por o contratar a personas naturales y jurídicas, cubanas y extranjeras, para llevar adelante su labor”.
También “se les posibilita abrir cuentas bancarias corrientes para desarrollar su trabajo, y tienen una representación legal reconocida por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y toda posibilidad de representación ante los organismos de la Administración Central del Estado, principalmente el Banco Central”, dijo Samada.
“Para trabajar, los cineastas tienen que agruparse. El audiovisual es mucha industria, muchas personas unidas, y se ha creado esta figura con identidad propia. Este colectivo está integrado por hasta tres creadores ya inscritos en el Registro y otras personas que formen parte de él”, añadió.
Sin embargo, los realizadores no están del todo satisfechos con la actual legislación.
De acuerdo con la agencia IPS Cuba, estas son algunas de las principales preocupaciones de los cineastas, según han expresado en redes sociales y espacios de debate en la capital:
1- “Ausencia de una Ley de Cine que contemple, además, a las y los cineastas o creadores audiovisuales cubanos que viven y trabajan fuera del país”.
2- “Exceso de términos como supervisión, control, Comités de admisión, oficina de atención, comité de proyectos, etc”.
3- “Dudas sobre si las nuevas regulaciones serán capaces de aligerar trámites, reducir tiempos para recibir los permisos de rodaje”.
4- “No se contemplan espacios privados de proyección que no sean regidos por el ICAIC”.
Estas publicaciones no representan necesariamente las opiniones del Instituto de Estudios Cubanos.