Por ADN Cuba el 26 Nov 2019 – 3:14am
El rapero cubano Maykel Castillo Pérez, conocido como “Maykel el Obsorbo”, fue liberado el pasado 23 de octubre tras haber sido encarcelado en abril del 2018 por un supuesto delito de “atentado”.
ADN Cuba lo entrevistó. “Me ha cambiado mi manera de pensar”. Nadie tiene nada que pueda incentivar al rapero cubano a que escriba y diga las cosas que son necesarias”
Estos son los detalles del caso:
El 21 de septiembre del 2018 Castillo Pérez fue el anfitrión de un concierto de rap en “La Madriguera”, al cual invitó a varios amigos raperos, que terminaron pronunciándose contra el Decreto 349 y el encarcelamiento del cantante Soandry del Río, fundador del festival de rap Puños Arriba. Dos días después del espectáculo, la policía arrestó al rapero en su domicilio alegando que revisaban una multa que Maykel había recibido tres meses antes. Mientras, los conciertos de rap en La Madriguera fueron suspendidos durante varias semanas y al reabrir lo hacen pidiendo letras que se cantarán y lista de invitados a los artistas antes de cualquier evento. Un nuevo protocolo de censura.
“Me siento bien de haber denunciado eso. Nunca pensé que aquí las cosas fueran así” –dice ahora Maykel. “Pero voy a mostrar al mundo que me apoyó, haré saber a la comunidad internacional, con arte, que son unos mentirosos”.
Castillo es llevado a la prisión Valle Grande y durante más de seis meses permanece en un impasse legal. En ese plazo hace huelgas de hambre, se cose la boca y escribe cartas. En una de ellas, denuncia cómo la Seguridad del Estado intentó captarlo y desestima los papeles que firmó durante su supuesto reclutamiento. Ese mismo día por la noche logra enviar un mensaje a su esposa avisando que su juicio sería al día siguiente.
La multa de junio de 2018 fue a raíz de un altercado que Maikel había tenido con la policía cuando paseaba a su hija de 2 años en el Parque Cristo. En el parque tuvo lugar un operativo de agentes de antinarcóticos y Maykel saca un celular para filmar el hecho. La policía lo requiere, le arrebata y le rompe el teléfono. Ocurre un forcejeo. Los agentes arrestan violentamente al rapero y dejan abandonada a la hija en el parque. A los pocos días, sin embargo, lo sueltan con una multa y Maikel interpone una demanda contra el agente que dejó a su hija abandonada. En eso estaba cuando ocurre el concierto de La Madriguera.
La defensa demostró que se habían violado procedimientos legales al ser la multa revocada por la misma instancia que la produjo; demostró, además, que los demandantes no habían presentado pruebas de lesiones (por las que pedían años de prisión para el artista), y que habían ofrecido testimonios contradictorios, probablemente ajenos a la verdad (al negar la existencia de la niña), etc.
Familiares y amigos salieron del juicio pensando que a Maikel quedaría en libertad, e incluso, uno de ellos habla con la abogada y trae la noticia de que la fiscalía pedía a lo sumo un año de condena pero que probablemente lo cumpliría en la calle. Fue condenado a un año y medio, y cumplió un año y dos meses, en diversas prisiones.
“Ahora sé que ellos tratan de parar algo con represión. Ahora sé que ellos hacen estas cosas. Este país funciona así”, concluye el rapero.
Estas publicaciones no representan necesariamente las opiniones del Instituto de Estudios Cubanos.