Por ADN Cuba el 04 Feb 2020 – 8:24pm
¡VIVA LA DEMOCRACIA! dijo el trovador cubano Pedo Luis Ferrer en su perfil de Facebook. En el post que ha suscitado el comentario de varios de sus seguidores el artista comenta que “en una publicación que titulé “¿Hablar por todos?” (resumen de un artículo escrito en julio de 2019), un colega de oficio, excelente músico, cuya opinión neurálgica respeto y atiendo, escribió lo siguiente:
(…) “Es más, en el momento en que logremos empoderarnos, la opción de muchos cubanos que vivan en la isla será alejarse de cualquier cosa que huela a comunismo, por encima de cualquier precepto democrático o humanista.” (…)”
https://www.facebook.com/pedroluis.ferrermontes.5/posts/200488641137241
El artista recuerda que Fidel Castro, en una de las tantas entrevistas concedidas, “expresó una idea que primero me dejó mareado, pero luego sirvió para entender más a fondo la trabazón tautológica que, por momentos -cual cierre de dominó- suele producirse en el pensamiento político cubano. La fórmula fidelista –dicho con mis palabras porque no tengo ahora a mano el texto exacto- se basaba en la lógica de la situación extrema: Si nuestro enemigo anuncia que cuando tome el poder no nos dejará ni una hendija, pues nosotros, que ya tenemos el poder, no le permitiremos ni la más mínima posibilidad para que nos desplacen.”
Entre sus comentarios añade además que el fidelismo, entre otras cosas, constituye una cosmología de pensamiento intransigente que no sólo abarca a quienes están incondicionalmente a su favor, sino también a los que se le oponen radicalmente dando sustento justificativo a la lógica de su razonamiento excluyente, comparándolo con el “machismo”, y lo describe como “la actitud dominante del hombre queda justificada por la complementación pasiva de la mujer que, no solo al someterse, sino incluso al rebelarse y reclamar, mantiene intacto el nexo material y espiritual de dependencia, cuya lógica permanece en el ámbito de lo que no debe ser”
Sólo situándose fuera de esa relación enfermiza y mediatizada, sin arrastrar pendencia, operando bajo la lógica de libertad plena y consensuada universalmente, la mujer será capaz de construirse una nueva circunstancia que le permita deshacerse de todo vestigio de ideología machista, sin el peligro de revivir aquella situación de opresión en que vivía.
Otro señor que confiesa admirar mi música –lo cual me complace por encima de todo- me convida a participar en “el primer concierto anticomunista” que se celebrará en E.U -dice agregando que- “Con todo cariño decliné su convite, primero con un abrazo humano, y luego agregué las palabras siguientes: “Amigo, no ser católico no significa ser anti-católico. No tengo vocación ‘antista’, prefiero dedicarme simplemente a ir a favor de aquello en lo que creo”.
En el post Ferrer comenta que el antídoto del comunismo no es, como algunos creen, el anti-comunismo, sino la democracia. El anticomunismo es sólo una parte reactiva de su esencia, por lo que tiende a moverse dentro de su propia lógica excluyente. La democracia, en cambio, no es una reacción, sino una esencia simultáneamente integradora y liberadora que equilibra la convivencia social y, al establecer ampliamente el derecho de cada ente, garantiza el respeto recíproco y armónico de todos los individuos y colectivos en la sociedad.
La democracia europea, por ejemplo, no prohíbe la existencia de los neo-nazis (y bien sabemos el daño que el nazismo ocasionó a Europa y el mundo), porque de hacerlo estaría negando la esencia estratégica de la democracia. Sencillamente se consagra a establecer los límites del accionar neo-nazi dentro de unas reglas consensuadas y claramente establecidas democráticamente, es decir, mediante la ley que regula la convivencia entre todos los ciudadanos libres, independientemente de su credo.
Me basta con decir: ¡Viva la democracia! -concluye el artista-
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