Por: Pedro Roig

Nació en Santa Cara, Las Vilas, en 1872.  Desde temprana edad, Pablo y su hermano Carlos Mendieta recibieron una esmerada educación.  Durante sus años universitarios, fijaron sus ideales de Cuba libre, incluyendo intensos debates con los autonomistas que aspiraban a que España le diera a Cuba los derechos y libertades que Gran Bretaña le había dado a Canadá que gozaba de una creciente prosperidad.

Pablo Mendieta ingresó en el Ejército Libertador el 18 de noviembre de 1895 (al paso de la Columna Invasora), integrando la brigada de Sagua la Grande, que alcanzaría gran relieve como una de las unidades más disciplinadas y valerosas de le Guerra de Independencia, inspirados por la audacia y talento táctico del General José Luis Robau.  En Las Villas (4to Cuerpo), en aquellos años heroicos,  respondiendo a insignes generales de la talla de Serafín Sánchez, Francisco Carrillo, Juan Bruno Zayas y José Miguel Gómez, se fueron sumando jóvenes de notable cultura y patriotismo que compartían peligros, carencias y combates entre los que se encontraban Raúl Arango, los hermanos Villuenda, José Antonio Laza, los hermanos de la Torriente, el ilustre pintor Armando Menocal, Francisco Arguelles, Rodolfo Reyes Gavilán, Oreste  Ferrara, el poeta Díaz Silveira y los hermanos Pablo y Carlos Mendieta.  Todos ellos ganaron merecido prestigio en fieros encuentros donde forjaron vínculos de hermandad que nacen y se estrechan en los sacrificios y peligros compartidos.

En agosto de 1896 con el grado de comandante por merito de guerra, Pablo Mendieta fue asignado al cuartel general de la 2da. División, 4to Cuerpo (Las Villas), donde se le vio siempre en lo mas enconado de la pelea.  Al comienzo de la Guerra Hispano-Cubano-Americana el 24 de abril, de 1898, el coronel Pablo Mendieta recibió órdenes del General José Miguel Gómez para unirse a la brigada de caballería de Sancti Spiritus, sumada a los planes de campaña que preparaba el General en jefe Máximo Gómez, con el objetivo de tomar la iniciativa estratégica en coordinación con las fuerzas de Estados Unidos.

Su hermano Carlos Mendieta, había abandonado la carrera de medicina, en la Universidad de La Habana para unirse al Ejército Libertador (8 de diciembre de 1895), formando en el regimiento de caballería de la 1 Brigada, 1 División en Sancti Spiritus, donde se destacó por su talento táctico y coraje, llegando a establecer estrechos vínculos de amistad con el Mayor General José Miguel Gómez, con quien participó en la difícil Campaña de la Reforma a las órdenes de Máximo Gómez.

Finalmente, el 12 de agosto de 1898, España aceptó la derrota y los hermanos Pablo y Carlos Mendieta pudieron abrazarse con los veteranos del Ejercito Mambí, en la victoria y la paz.