La cuenta regresiva comenzó. En febrero del 2018, el General Raúl Castro dejará la presidencia del Consejo de Estado y de Ministros que pasará a ocupar el Primer Vicepresidente Miguel Díaz-Canel, Ingeniero electrónico, Teniente Coronel retirado de la FAR y destacado camarada del Partido Comunista Cubano (PCC). Será la tercera vez que un miembro de la familia Castro no ocupe la primera magistratura (Manuel Urrutia y Osvaldo Dorticós fueron instalados anteriormente en la presidencia). Raúl se queda como Secretario General del Partido Comunista y principal leader de las Fuerzas Armadas.
Miguel Díaz-Canel (57 años) nació en Placetas. Se graduó en 1982 de la Universidad Central de Las Villas como Ingeniero en electrónica. Ese año ingresó en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) donde alcanzó el grado de Teniente Coronel y cumplió misiones internacionalistas en Nicaragua.
En 1987, se integró a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), paso imprescindible para alcanzar altos cargos en la nomenclatura. En 1993, Díaz-Canel fue admitido en las filas del Partido Comunista de Cuba.
Como cuadro del Partido, Díaz-Canel hizo méritos por su dedicación a los programas de capacitación ideológica, llegando a ser Primer Secretario del Comité Provincial de Villa Clara (1994), y vanguardia de la joven promoción de camaradas adoctrinados en Marxismo-Leninismo.
En el 2003 el General Raúl Castro lo nombró para formar parte del poderoso Buró Político del Partido Comunista (PCC). En ese momento, Raúl Castro dijo de Díaz-Canel: “Tiene un alto sentido del trabajo colectivo y ha mostrado una sólida firmeza ideológica”. En el 2009, Díaz-Canel fue promovido a Ministro de Educación Superior.
El 24 de febrero de 2013, Díaz-Canel fue nombrado Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, sustituyendo a José Machado Ventura a quien se le atribuye ser mentor de Díaz-Canel, al cual se refirió diciendo que le cedía su puesto: “en favor de la promoción de la nueva generación”.
En esa ocasión, Raúl Castro elogió la trayectoria revolucionaria de Díaz-Canel señalando que había cumplido su formación militar “en unidades coheteriles antiaéreas de la FAR”. En su mensaje Castro enfatizó: “la mayor satisfacción es la tranquilidad que sentimos al ir entregando a las nuevas generaciones la responsabilidad de continuar construyendo el socialismo”. Es evidente que para Raúl Castro es prioritario situar dirigentes con disciplina militar, como es el Teniente Coronel Miguel Díaz-Canel, para integrar la cúpula del poder revolucionario.
Raúl Castro, Machado Ventura, y Miguel Díaz-Canel
El 1 de junio, 2017, Raúl Castro junto a Miguel Díaz-Canel y Machado Ventura, ratificaron la consigna irreversible del Marxismo señalando: “La Asamblea Nacional reafirma el carácter socialista de la Revolución y el papel del Partido comunista como fuerza dirigente superior del estado”.
Pero los portavoces del “cambio fraude” falsifican los hechos y proponen que Díaz-Canel es la encarnación de la “apertura”. El Gorbachov cubano que es pragmático, habla poco y propiciará la “perestroika” cubana.
Nada más lejos de la verdad. Díaz-Canel lleva más de 15 años repitiendo el mensaje de odio de clases, de Vladimir Lenin y Fidel Castro y del odio antiamericano. Es ideólogo más que pragmático, dado a discursos duros, cargados de exaltados elogios a los líderes de la Revolución.
Veamos, el 12 de abril, 2014, en un larguísimo discurso pronunciado en la Unión de Escritores y Artistas (UNEAC) Díaz-Canel repitió su consigna ideológica: “La disyuntiva sigue siendo socialismo o barbarie”.
En marzo, 2016, durante el tercer aniversario de la muerte de Hugo Chávez, dijo con risible desmesura: “En Chávez confluyeron extraordinarias dotes de profundo pensador y estratega revolucionario”.
En Santa Clara, el 18 de octubre, 2017, en el aniversario de la muerte del “Che” Guevara, con abominable insolencia dijo: “El “Che” constituye un gigante moral”.
Con desprecio por la libertad de prensa, Díaz-Canel ataca las pocas plataformas digitales independientes calificándolas como “proyectos con contenidos subversivos” y en referencia a una de ella dijo: “La vamos a cerrar y que se arme el escándalo que se quiera armar, que digan que censuramos, está bien”.
Tras años de dura militancia revolucionaria, es evidente que el Teniente Coronel Díaz-Canel, a diferencia de Gorbachov integra la dictadura militar, es comisario político, camarada del socialismo irreversible y censor de libertades, que frente a la catástrofe económica perfila una frágil sucesión.