La guerra hispano-cubano-norteamericana (1898) estaba entrando en su etapa decisiva cuando, al amanecer del 22 de junio, el ejército de los Estados Unidos comenzó a desembarcar en la playa Daiquirí, que había sido asegurada por las fuerzas cubanas bajo el mando del general Demetrio Castillo Duany y el coronel Carlos González Clavel (una fuerza de más de mil veteranos cubanos del Ejercito Libertador).
Tres días antes (19 de junio), mientras las fuerzas de Estados Unidos se dirigían a Oriente, el general Calixto García, segundo al mando del Ejército Cubano, llegó a la pequeña aldea costera de El Aserradero, donde fue invitado por el almirante William Sampson a subir a bordo del crucero New York. En esta reunión se discutieron las opciones estratégicas. El general William Shafter, jefe del ejército norteamericano aceptó el plan del general Calixto García. El general cubano propuso el desembarco de la fuerza de invasión en las playas de Daiquirí y Siboney, a 12 millas al este de Santiago, y combatir la batalla decisiva en las puertas de la ciudad. Un contingente cubano fue embarcado en transportes de Estados Unidos y llevado a la playa de Sigua, desde donde, liderado por el general Demetrio Castillo Duany, avanzaron y aseguraron la playa de Daiquirí. Al caer la noche (22 de junio) más de 6,000 soldados estadounidenses estaban en Cuba. Al día siguiente las fuerzas combinadas de cubanos y estadounidenses tomaron la playa Siboney. Alrededor del mediodía, algunos de los barcos que portaban las tropas de los Estados Unidos comenzaron a desembarcar. A última hora de la tarde, el Ejército de los Estados Unidos tenía más de 17,000 hombres, 26 piezas de artillería y cuatro ametralladoras Gatling, en suelo cubano. Las fuerzas mambisas habían asegurado el éxito del desembarco.
Al llegar a Siboney, el general de división Joseph Wheeler supo por el general Castillo que había una fuerza considerable de tropas españolas, con artillería atrincheradas, en las alturas de “Las Guásimas”. Wheeler, un general ex confederado de 62 años, el coronel mambí González Clavel y los “Rough Riders” liderados por el coronel “Teddy” Roosevelt, atacaron a las fuerzas españolas. En “Las Guásimas” se combatió con extraordinario coraje. En ocasiones se peleó cuerpo a cuerpo ante el peligro de un ataque de flanqueo proveniente de la carretera costera, los españoles se retiraron a las defensas exteriores de Santiago que incluían las Lomas de San Juan y el Caney.
Las tropas del ejército de los Estados Unidos avanzaban a través de una densa vegetación de montañas en la que los pocos caminos se convertían en rutas de lodo durante la temporada de lluvias. El medio ambiente era insalubre y las mortales enfermedades del trópico anunciaban su presencia con un agobiante calor, humedad y vegetación infestada de mosquitos. Con la Fiebre Amarilla a punto de golpear a los soldados, las fuerzas de Estados Unidos necesitaban una rápida victoria para evitar una catástrofe inducida por la disentería y la fiebre amarilla.
Nota: La retirad de las “Guásima” fue un error táctico del alto mando español porque abandonaron una de las mejores líneas defensiva de la región.
* Pedro Roig, Esq. es Director Ejecutivo del Instituto de Estudios Cubanos. Tiene una maestría en artes de la Universidad de Miami y un doctorado en derecho de la Universidad de St. Thomas. Ha escrito varios libros, entre ellos La muerte de un sueño: Una historia de Cuba y Martí: La lucha de Cuba por la libertad. Es veterano de la Brigada 2506.