*Por Jaime Suchlicki.
A.B.C. Una prominente organización clandestina compuesta por intelectuales, estudiantes y representantes de los sectores medios de la sociedad, que se opuso al régimen dictatorial de Gerardo Machado. Nació en 1931, principalmente para castigar al régimen por las atrocidades que estaba cometiendo contra la oposición, y nombrado así debido a su organización en células. Cada célula contenía siete miembros que no tenían conocimiento de las otras células. La célula de dirección se conocía como A, el segundo nivel como B, luego C, y así sucesivamente. Su manifiesto, publicado en diciembre de 1932, se opuso no sólo al régimen, sino también a las circunstancias que lo habían hecho nacer. Abogó por la libertad política, la justicia social, la desintegración de grandes explotaciones de tierras, la nacionalización de los servicios públicos y las limitaciones a la propiedad de la tierra por parte de los intereses estadounidenses. La combinación de métodos terroristas del A.B.C. con un nacionalismo relativamente conservador fue suficiente para que la izquierda identificara al movimiento como “fascista”, y sigue siendo así clasificada por historiadores que aceptan la ideología del régimen posterior a 1959,
A finales de 1932 el A.B.C. concibió un plan para eliminar a Machado. Fase I tuvo éxito cuando el presidente del Senado Clemente Vásquez Bello fue asesinado en La Habana. La Fase II, que contemplaba matar a todos los principales líderes del gobierno durante su funeral, fracasó cuando la familia pidió que el entierro estuviera en la parcela familiar en el cementerio de Santa Clara. Un jardinero que trabajaba en el cementerio en La Habana más tarde encontró los explosivos enterrados. Después de este fiasco, la policía de Machado lanzó una cacería humana contra miembros reales y supuestos del A.B.C., forzando a la mayor parte de su liderazgo al exilio. En 1933, el A.B.C. apoyó la “mediación”, los esfuerzos del embajador estadounidense Sumner Welles para sacar a Machado de la presidencia y poner fin a la violencia que entonces prevalecía en Cuba. Tras la dimisión de Machado, el grupo participó en el efímero régimen de Carlos Miguel de Céspedes y Quesada en 1933, pero más tarde se opuso al régimen más radical de la primera presidencia de Ramón Grau San Martín. En las elecciones de noviembre de 1939, el A.B.C. recibió 65.842 votos, eligiendo a cuatro diputados. Aunque dejó de operar poco después, muchos de sus líderes, como Carlos Saladrigas, Jorge Mañach y el fundador Joaquín Martínez Sáenz llegaron a ocupar puestos prominentes en administraciones posteriores y ejercer una influencia considerable. El A.B.C. publicó El ABC ante la mediación (1934), Hacia la Cuba nueva (1934) y Doctrina del ABC (1942), de Mañach.
*Jaime Suchlicki es Director del Instituto de Estudios Cubanos, CSI, un grupo de investigación sin fines de lucro en Coral Gables, FL. Es el autor de Cuba: De Colón a Castro y más allá, ahora en su quinta edición; México: de Montezuma al ascenso del PAN, 2ª edición, y de Breve Historia de Cuba.
