El 8 de marzo de 1896, el general Valeriano Weyler, gobernador español deCuba, emitió un informe militar anunciando que las provincias occidentales estaban ahora bajo el control del ejército español y que los rebeldes estaban en plena retirada. El reporte decía: “Nuestras tropas persiguieron a los rebeldes, los alcanzaron y derrotaron en el campo. Los restos de su ejército ahora están completamente desmoralizados y se retiran hacia Oriente”.
El informe de Weyler se anunció a toda prisa y resultó ser falso y deshonesto. El 14 de marzo, las fuerzas del general Antonio Maceo tomaron la ofensiva y atacaron el puerto de Batabanó, en la provincia de La Habana. Dirigidos por la infantería del general Quintín Banderas, se abrieron paso hasta la plaza central de la ciudad. La guarnición española estaba sorprendida y confundida por el inesperado y furioso avance de la veterana infantería de Oriente, que se había abierto camino en las provincias occidentales. A medianoche los soldados cubanos salieron de Batabanó con una gran cantidad de armas y comida.
Antes de regresar a las montañas de Pinar del Río para sostener la ofensiva en la provincia occidental, las fuerzas de Maceo atacaron varias ciudades, pelearon más de 15 encuentros con columnas españolas y volaron puentes y vías férreas, interrumpiendo las redes de comunicación de la capital. Fue una muestra del genio táctico y el coraje ilimitado de Maceo, y un terrible golpe para la credibilidad de los informes militares de Valeriano Weyler.
* Pedro Roig, Esq. es Director Ejecutivo del Instituto de Estudios Cubanos. Tiene una maestría en artes de la Universidad de Miami y un doctorado en derecho de la Universidad de St. Thomas. Ha escrito varios libros, entre ellosLa muerte de un sueño: Una historia de Cuba y Martí: La lucha de Cuba por la libertad. Es veterano de la Brigada 2506.
