Raúl Castro Ruz, hermano menor de Fidel y quinto en la familia, nació el 3 de junio de 1931. Su educación se desarrolló en las mismas escuelas jesuitas y en la Universidad de La Habana, donde se hizo evidente su interés por la política. Nunca terminó su educación universitaria. En 1953, como miembro de la Juventud Socialista (rama juvenil del Partido Socialista Popular Comunista de Cuba), participó en el Congreso Mundial de la Juventud en Viena y visitó las capitales comunistas de Bucarest, Budapest y Praga. A su regreso, se unió a Fidel en su lucha contra Batista, diciendo que “el gobierno debe ser derrocado para que la revolución pueda comenzar”, y acordó que la reforma en Cuba no se podría lograr de manera constitucional. Capturado con su hermano en el ataque al Moncada, fue sentenciado a 13 años, pero liberado en la amnistía general de mayo de 1955. Luego acompañó a Fidel a México y en la posterior expedición a bordo del Granma. Escapando juntos a la Sierra Maestra, los hermanos Castro obtuvieron apoyo, y Raúl, el 27 de febrero de 1958, alcanzó el rango de mayor. Luego tomó algunos partidarios y estableció un segundo frente, llamado así por Frank País en Sierra Cristal. Allí se ganó la reputación de ser “el más impetuoso, rebelde, y violento antiamericano” de los rebeldes, y por poseer un instinto asesino.
Según los informes, igualó el “terror por el terror” de Batista. En el verano de 1958, cuando su ejército alcanzó una fuerza de varios cientos, secuestró a 47 estadounidenses y 3 canadienses, desde ingenieros empleados en la Moa Nickel Company hasta militares estadounidenses estacionados en Guantánamo. Según los informes, Fidel desaprobó y ordenó la liberación de los rehenes. Raúl se negó, sabiendo que Batista no atacaría su campamento mientras mantuviera a los estadounidenses allí. Los liberó cuando el gobierno de los Estados Unidos aceptó sus demandas, el 18 de julio de 1958. El secuestro llegó a los titulares mundiales y se lanzaron nuevas acusaciones de comunismo contra Raúl.
Con el triunfo de la Revolución de 1959, Raúl decidió casarse con su novia, Vilma Espín, que había luchado con él en las montañas. Entonces comenzó a castigar a los partidarios de Batista. Estando al frente de las fuerzas armadas, el 15 de febrero de 1959 dirigió la ejecución de casi 100 oficiales y hombres del ejército derrotado y los hizo enterrar en una fosa común cerca de Santiago de Cuba. El mismo año fue nombrado ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, con rango de gabinete y control completo en la reorganización de las fuerzas armadas. Convirtió al ejército en un establecimiento militar moderno, altamente profesional, siguiendo el modelo de los soviéticos y armado con el último equipo soviético. Su lema era “A sus órdenes, comandante en jefe, sin importar qué, sin importar dónde y en cualquier circunstancia”. Introdujo el servicio militar obligatorio y envió a miles de jóvenes oficiales a entrenarse en la URSS. En 1969 completó un curso avanzado impartido por expertos soviéticos. En marzo de ese año, pidió que se entrenara a los soldados “para mostrar amistad con los ejércitos hermanos de los países socialistas, especialmente el Gran Ejército Soviético, cuyos representantes trabajan al lado de nuestros oficiales y también cosechan los frutos de nuestros esfuerzos comunes”.
Como comandante de las dos organizaciones de inteligencia militar de Cuba, frustró directamente numerosas actividades contrarrevolucionarias. Fue él quien dirigió las fuerzas terrestres contra la invasión de Bahía de Cochinos en 1961. Llamó a la presencia de la Base Naval de Guantánamo de los Estados Unidos, un “cáncer” y un foco permanente de provocación. Durante la década de 1960, fue él quien desempeñó un papel importante en la transformación del marco del gobierno cubano en una estructura de “partido político único soviético”. Su poder se consolidó con sus posiciones como segundo secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y viceprimer ministro. Organizó el despliegue de los misiles soviéticos de largo alcance que llevaron a la crisis de los misiles de 1962. En los años 70 y principios de los 80 visitó la URSS y Europa del Este y fue observador de las maniobras del Pacto de Varsovia. A principios de la década de 1970, fue ascendido a primer viceprimer ministro y comandante de división, un nuevo rango equivalente al de mayor general. También se convirtió en miembro del politburó. Fue una de las principales figuras en el movimiento hacia una burocracia más soviética y durante mucho tiempo disfrutó de la confianza de Moscú como líder cubano políticamente confiable y administrador competente. En 1981 recibió la Orden de la Revolución de Octubre de la Unión Soviética.
Cuando Fidel Castro enfermó en 2006, asumió la presidencia y se convirtió en el primer secretario del Partido Comunista de Cuba. Introdujo cambios económicos muy limitados, continuó acciones represivas contra toda oposición y negoció con la Administración de Obama una normalización de las relaciones diplomáticas. En abril de 2018 cedió la Presidencia, mayoritariamente ceremonial, a Miguel Díaz-Canel, quedando como Secretario General del Partido en completo control del gobierno.
*Jaime Suchlicki es Director del Instituto de Estudios Cubanos, CSI, un grupo de investigación sin fines de lucro en Coral Gables, FL. Es el autor de Cuba: De Colón a Castro y más allá, ahora en su quinta edición; México: de Montezuma al ascenso del PAN, 2ª edición, y de Breve Historia de Cuba.
