El 23 de septiembre de 1728, el humilde origen de la Universidad de La Habana, administrada desde el 5 de enero del mismo año por los padres Dominicos en el Convento de San Juan de Letrán, se convertía en la “Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana“. La autorización fue otorgada por el Papa Inocencio XIII y el Rey Felipe V de España. La Universidad de La Habana nació católica, apostólica y romana.
En 1842, cuando los padres Dominicos fueron expulsados de Cuba, se cambió el nombre, sustituyendo “Pontificia” por “Literaria“, y se convirtió en una institución secular. Finalmente, después de la independencia de Cuba, el nombre fue reconocido como “La Universidad Nacional de La Habana“.
En la década de 1720, el primer decano fue el dominico Fray Tomás Linares del Castillo, y el plan de estudios altamente escolástico se integró en cinco facultades: teología, arte y filosofía, dogma canónico, medicina y derecho.
Los estudiantes y profesores más distinguidos de esta época fueron José Agustín Caballero, Félix Varela, Francisco de Arango y Parreño, Tomás Romay y José de la Luz y Caballero. Ellos forjaron las raíces de una de las más prestigiosas instituciones educativas y culturales de América.
El 1 de mayo de 1902, la Universidad fue trasladada del antiguo convento de San Juan de Letrán, al nuevo sitio conocido como “Cerro Aróstegui”, en el barrio del Vedado. (También se la denominó La Loma de la Pirotecnia)
Los interiores del nuevo edificio fueron decorados por Armando Menocal y Menocal. En 1919, el artista plástico checoslovaco Mario Korbel creó la estatua de bronce de El Alma Mater ubicada en la entrada principal del campus.
La modelo de la cara de la estatua fue la bella Feliciana Villalón, de 16 años, hija de José Villalón y Sánchez, profesor de matemáticas analíticas en la Universidad. El resto de la escultura fue modelada por el cuerpo radiante de una “madura y hermosa habanera”.
* Pedro Roig, Esq. es Director Ejecutivo del Instituto de Estudios Cubanos. Tiene una maestría en historia de la Universidad de Miami y un doctorado en derecho de la Universidad de St. Thomas. Ha escrito varios libros, entre ellos La muerte de un sueño: Una historia de Cuba y Martí: La lucha de Cuba por la libertad. Es veterano de la Brigada 2506.