La Compañía Cubana de Aviación (CCA), la compañía de aviación civil más importante de Cuba se fundó el 8 de octubre de 1929 como la Compañía Nacional Cubana de Aviación Curtiss, S.A., una subsidiaria de North American Aviation. Después de un año de preparación, incluida la capacitación del personal, comenzó a operar, el 30 de octubre de 1930, el primer servicio de transporte aéreo regular de Cuba, volando diariamente sobre los 925 km entre La Habana y Santiago (con escalas en Santa Clara, Morón y Camagüey). Más tarde, se abrió otra línea para transportar pasajeros, carga y correo a puntos en la provincia de Oriente. Pan American Airways adquirió la aerolínea el 6 de mayo de 1932, reemplazó sus aviones Curtiss Robin C-1 y Thrush con Ford Trimotores y eliminó la palabra Curtiss de su nombre. En 1934 se adquirieron cinco Lockheed 10 Electras y se extendió el servicio a Baracoa, Antillas y Guantánamo. En 1945, Pan Am ofreció acciones al público cubano, reduciendo su propia participación al 52%. “Nacional” fue eliminado del título a tiempo para la primera ruta internacional, a Miami, comenzada el 15 de mayo de 1946 con los nuevos Douglas DC-3. Douglas DC-4 que proporcionó el primer servicio transatlántico de Cubana, a Madrid, a través de las Azores, el 26 de abril de 1948, y a Nueva York desde mayo de 1953. Un sindicato cubano encabezado por el empresario José López Vilaboy, aseguró el control con un 80% de las acciones en 1953, el año en que la compañía adquirió el aeropuerto internacional José Martí de La Habana. Pan Am se retiró por completo el 23 de julio de 1954, y aunque el servicio se expandió a México, Haití y la República Dominicana, con un total de 17,210 km de rutas internacionales, la aerolínea ahora totalmente de propiedad cubana tuvo que esforzarse mucho para atraer a su gran parte estadounidense clientes, lejos de sus rivales estadounidenses. Cuatro Súper Constelaciones Lockheed y 12 Curtiss C-46 fueron adquiridas a fines de 1954, y a partir de 1955 Cubana comenzó a comprar Vickers Viscounts de Vickers técnicamente avanzados. A fines de 1958 siguieron cuatro Bristol Britannia de largo alcance para las rutas de Ciudad de México y Nueva York, pero quedaron obsoletas casi de inmediato por la introducción de sus primeros aviones por parte de Boeing.
La línea, que luego voló unas 10,995 millas de ruta (17,693 km) fue confiscada y se convirtió en una corporación estatal en mayo después de la Revolución de 1959, pero rápidamente cayó en problemas financieros: los planes para comprar sus dos primeros Boeing 707 tuvieron que ser cancelados y en septiembre de 1959 sus activos en Nueva York fueron incautados por falta de pago de deudas. Anteriormente dependía de los subsidios del régimen de Batista, derivando, según se alegaba, de la necesidad de la industria del juego de atraer turistas estadounidenses. Se terminaron los servicios de Miami y Nueva York, y se establecieron nuevas conexiones con Europa del Este. Desde febrero de 1961, la aerolínea estatal checoslovaca comenzó a operar el Britannia de Cubana en el nuevo servicio semanal entre La Habana y Praga, y en octubre se adquirieron los primeros aviones soviéticos (Ilyushin 14s). Cinco Ilyushin 18 (para el servicio de Guyana) y 10 Antonov 24 (para vuelos nacionales) se agregaron a la flota en 1966-1967. El primer avión, un Ilyushin 62 de 186 asientos, llegó en abril de 1972 para el servicio semanal a Madrid. Los vuelos de pasajeros y carga se ampliaron: a Chile durante la administración de la Unidad Popular de 1970-1973, y a Berlín Oriental desde abril de 1973. Un servicio semanal desde el aeropuerto de Stanstead de Londres comenzó en 1992, con una parada de reabastecimiento de combustible en Gander, Terranova. En 1994 su flota constaba de 12 Antonov 24, 24 Antonov 26 y 8 Yakolov 40 para viajes cortos y 9 Tubolev 154, 2 Ilyushin 76 y 10 Ilyushin 62 para larga distancia, todos de fabricación rusa. Seis años después, también se habían adquirido algunos aviones de la Compañía Fokker. Cubana continúa volando a varios países.
*Jaime Suchlicki es Director del Instituto de Estudios Cubanos, CSI, un grupo de investigación sin fines de lucro en Coral Gables, FL. Es el autor de Cuba: De Colón a Castro y más allá, ahora en su quinta edición; México: de Montezuma al ascenso del PAN, 2ª edición, y de Breve Historia de Cuba.
