* Por Yoe Suárez
El 11J era un recuerdo candente para los cubanos a finales de septiembre de 2021. Por esa fecha activistas vinculados a un grupo de Facebook llamado Archipiélago, solicitaron mediante cartas a varios gobiernos provinciales, autorización para celebrar una manifestación que condenara la violencia y exigiera la liberación de los presos políticos, respeto a los derechos de los cubanos y la solución de las diferencias políticas a través de vías democráticas y pacíficas.
Archipiélago estaba liderado por una suerte de junta de coordinadores que se presentaba como políticamente diversa y horizontal, aunque en verdad la mayoría de sus miembros tendían al socialismo y la figura que disfrutó de mayor acceso mediático nacional e internacional fue el dramaturgo holguinero Yunior García.
El grupo apeló al artículo 56 de la Constitución castrista de 2019, en tanto decía reconocer el derecho a reunirse, manifestarse y asociarse con fines lícitos y pacíficos. Aunque García lanzó la primera convocatoria para el 20 de noviembre, el 7 de octubre el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias anunció una serie de ejercicios militares del 18 al 20 de noviembre, en lo que llamaron una jornada Nacional de la Defensa. Archipiélago determinó, entonces, adelantar la manifestación para el día 15, día en que la isla abría sus fronteras al turismo internacional.
El 12 de octubre, el Estado dio a conocer una respuesta negativa a las solicitudes de autorización de Archipiélago por considerar que sus promotores perseguían un cambio de régimen político en Cuba, algo que señalaban como ilegítimo y anticonstitucional.
El 15 de noviembre unas 131 personas fueron impedidas de salir de sus viviendas durante ese día en Cuba, según el Centro de Denuncias de la Fundación para la Democracia Panamericana[1]. Yunior García fue una de ellas. También experimentó cortes de Internet. En las próximas horas, durante y después del día 15, nada se supo de él. Los activistas de Archipiélago lanzaron un comunicado exigiendo al régimen información, otros responsabilizaban al Estado pensando lo peor.
Al día siguiente, García aterrizaba en España, y desbrozaba algunos misterios desde allá, frente a una nutrida conferencia de prensa. Que días atrás, a escondidas de sus colegas y sus seguidores, a los que había convocado a lanzarse a las calles, gestionó una visa con la embajada de España, en ese momento controlada por un gobierno del socialista PSOE. Que Cuba no estaba gobernada por una tiranía Socialista, sino por una conservadora. Que la presión financiera contra la dictadura, a la que llamó “bloqueo”, había que eliminarla.
El opositor Guillermo “Coco” Fariñas calificó de cobarde y antiética la huida de García; reconoció que, aunque es comprensible tener miedo, “cuando asumes un liderazgo, uno tiene que ir delante”. Y consideró la convocatoria del 15N como una manera de contrarrestar el espíritu aún vibrante del 11J, “una operación de desaliento dirigida a la efervescencia que hay dentro de la juventud cubana que fue diseñada por las personas que quieren un aterrizaje suave, una cohabitación culposa con la dictadura militar en ejercicio del poder”[2].
En uno de los muchos espacios de la prensa que García tuvo a su disposición durante meses, dijo que “quizás si 20 o 30 personas hubiesen salido a la calle hubiese sido una marcha frustrada”. El problema lo achacaba a que no había salido “prácticamente nadie”[3]. Sin embargo, reportes independientes confirmaron que al menos un centenar de personas fueron detenidas por salir a protestar o tener la intención de hacerlo, la mayor cantidad en La Habana, ciudad donde García residía[4].
A los pocos días en España dijo a CNN: “mi intención desde que llegué siempre es volver a Cuba. Por eso no solicité asilo. Yo quiero volver a Cuba”[5]. Semanas después, a punto de vencerse su visado de turista de 90 días acabó solicitando asilo político[6]. En ese período varios coordinadores de Archipiélago presentaron sus renuncias.
A pesar del fracaso de la convocatoria del 15N y las decepciones derivadas de su liderazgo, varios cubanos pusieron sus esperanzas y esfuerzos, sinceramente, en esa manifestación como vía para canalizar su rechazo al régimen marxista. Varios cristianos entre ellos.
Durante las semanas previas al 15 de noviembre, un ambiente de tensión era palpable en las calles cubanas. El régimen había sido sorprendido el 11 de julio, ahora lanzaba su maquinaria propagandística para demonizar la convocatoria y a todos los simpatizantes. Mercenarios, gusanos, contrarrevolucionarios. Todas las palabras que desde los años 1960 el Estado socialista tenía en ristre para sus enemigos, volvían a la radio y la televisión, a los matutinos escolares, a las reuniones oficialistas barriales.
Desde Victoria de Las Tunas Carlos López Valdes hizo saber su preocupación como pastor y ciudadano por “el discurso de odio e intolerancia de los últimos días ofrecido por el presidente [Miguel Díaz-Canel], repetido cada jornada por los medios de difusión, alentado desde centros de trabajo y recalcado desde distintas tribunas a lo largo del país, en contra de un sector inconforme y cada vez más creciente”[7].
El líder evangélico temía el estallido de una guerra civil de enormes proporciones. Aun habiéndose hecho patente el carácter pacífico de la marcha del 15N, lamentó a través de un post en Facebook, se pedía arremeter con palos contra la misma población. Solo se equivocaba en una cuestión: no era la primera vez que el Socialismo ponía a un cubano contra otro y demandaba que un hermano callara a otro.
“Oro por Cuba, por su paz, por su prosperidad, porque cada cubano se sienta bien en nuestra tierra, oro para que reine el amor y no el odio, la razón y no el salvajismo”, expresó López Valdes. “La imposición engendra rebelión. Ninguna victoria obtenida por la fuerza será una victoria verdadera. Creo firmemente que la no violencia es la única manera de acceder a la conciencia del hombre malo y que cada cubano merece un espacio en esta tierra piense como piense. Que Dios intervenga”.
No solo el pastor hablaba desde su condición como ciudadano de una isla sin derechos, sino también como ciudadano del Reino eterno donde sobreabunda la justicia. No reñían en su discurso ambas condiciones porque, aunque la carne en su paso terrenal sufriera tiranía, su alma disfrutaba libertad. La dualidad y complementariedad del hombre como materia y espíritu es un elemento recurrente en el discurso público de los creyentes sobre la realidad que les circunda. Los elementos de este mundo, en la concepción cristiana, aun sabiendo que gravitan en un entorno caído por el pecado, aspiran a la altura celestial.
Del otro lado de la isla, en Matanzas, la pastora metodista Arlenys Miranda se sinceraba en su visión del caldeado entorno: “Viendo y oyendo las cosas que están ocurriendo en Cuba experimento sentimientos y pensamientos muy desagradables, sentimientos de tristeza, dolor decepción, indignación, y hasta odio”[8].
Para la líder evangélica, de nada valía una Revolución que decía invertir para que el pueblo fuera culto, pero que encadenaba las opiniones, la crítica, la conciencia. De qué valía una Revolución que decía dedicar recursos a la educación, pero no educaba, sino que adoctrinaba para formar al Hombre Nuevo: uno sin escrúpulos, que cumplía asignaciones sin cuestionar ni considerar, al punto de salir a las calles a golpear con palos y piedras a su propia familia.
En cuanto a la situación económica deplorable de la isla, Miranda cuestionó de qué valía estudiar carreras universitarias, si con el salario de ese trabajo no se podría comprar en las tiendas, porque tienen los productos, pero solo se venden en dólares y a través de tarjetas que solo podían recargar quienes vivieran fuera del país, los mismo que habían sido llamados por la Revolución gusanos, traidores, desertores.
La pastora terminaba su mensaje con una reflexión moral: “De qué vale una Revolución que se ha olvidado de lo más importante: el amor, la tolerancia, la paz, el entendimiento, el respeto a las libertades individuales, a la prosperidad, la unidad en la diversidad, en fin, el derecho a una vida plena; y lo ha sustituido por la violencia, la intimidación, el abuso, la amenaza, el miedo, la hipocresía, el abuso de poder, en fin, la muerte física y moral de todo el que parezca pensar diferente”.
A partir de esos presupuestos, su posición era clara y frontal ante la nueva escalada intimidatoria previa al 15N: “Yo no puedo defender una Revolución así, ni entiendo cómo algunos pueden. Mi compromiso es con el derecho a la vida y el respeto a la dignidad humana. Dios nos guarde de lo que se avecina”.
Casi una semana antes del 15 de noviembre de 2021, llegó a manos del pastor apostólico Enrique de Jesús Fundora una citación oficial que le obligaba a comparecer, un día después, a interrogatorio. En las oficinas de Investigación de Delitos contra la Seguridad del Estado, en San José de las Lajas, recibió amenazas de multas y un acta de advertencia, por “acompañar a las familias a las que han quitado sus hijos”, dijo en una transmisión de Facebook Live, refiriéndose a la ayuda ofrecida a familias cuyos miembros están detenidos o esperando juicio por participar en las manifestaciones multitudinarias del pasado 11 de julio[9].
El líder religioso notó al capitán Fernando, quien le “entrevistó”, visiblemente molesto por sus mensajes a favor de la no violencia en la Marcha Cívica por el Cambio, prevista a ocurrir en varias ciudades del país. “Por eso la Seguridad del Estado en Cuba se dedica a intimidar pastores, se dedica a intimidar hombres de Dios, líderes, porque en Cuba no se persiguen delitos, en Cuba se persiguen ideales”. Y añadió: “para este momento nos ha puesto Dios, para la liberación de nuestro pueblo”.
Claramente, la concepción cristiana del deber ser de un gobierno chocaba con la del totalitarismo ateo. Para teólogos como Donald J. Westblade, el modelo revolucionario del judaísmo, después heredado por el cristianismo, está en su propuesta de Dios, según Isaías 64:4: “Y desde la antigüedad nunca oyeron, ni oídos percibieron ni ojo había visto, oh Dios, fuera de ti, quien actuase en favor de aquel que en él espera”. O sea, un Dios de autoridad, que lleva las riendas; pero que trabaja para aquellos que le entregan su lealtad[10].
De ese modelo relacional entre el poder y los gobernados, emana según Westblade el modelo gubernamental en este hemisferio, donde Cuba gravita como un paréntesis, una anomalía. “Desde la tradición occidental entendemos que el ejercicio correcto de gobernar ocurre cuando se gobierna imitando los pactos de Dios con los seres humanos”, ha dicho el profesor norteamericano.
Desde la perspectiva occidental, un gobierno debería ejercitar su poder para servir al gobernado, no lo contrario. La gente espera que un gobierno emplee sus recursos para ayudarles. “Un gobierno que hace lo opuesto, y espera que la gente trabaje para ellos, que se apropia de todos los recursos para sí mismo y que espera que el pueblo obtenga solo una porción de esos beneficios, un gobierno que esclaviza a sus ciudadanos, ha perdido su camino muy lejos de la concepción judeocristiana de la Teología occidental. Ha caído en un lugar común y pagano sobre cómo el mundo debe funcionar”.
Para Westblade, si se quiere retomar el camino, se debe pensar teológicamente, porque lo que pensamos y creemos de Dios refleja lo que pensamos y creemos sobre todo lo demás. En el caso del pastor Fundora en la antesala del 15N, llamó al amor y a la unión entre los cubanos, tanto como a la oración, al clamor. Creía necesario que “la Iglesia de Cristo no se detenga, no se pare, por más intimidación que venga a nosotros, los pastores, las caras públicas de la Iglesia”. Afirmaba que ellos no podían dejar de hacer la obra social, en el caso por ejemplo de acompañar a los presos políticos, a sus familias, etc. “Como iglesia y como pastores no tomamos partido político, pero sí tomamos posiciones al lado de la justicia”.
Una visión similar de la teología aplicada a la sociedad tenía el pastor matancero Carlos Macías López; y, a causa de ello, vivió una experiencia represiva similar a la de Fundora. El líder metodista fue citado para advertirle que no saliera a la manifestación del 15N. En aquel intento de intimidación el pastor leía que los militares sentían miedo de los líderes religiosos porque se les respeta en las comunidades[11].
Hasta la estación policial manejó en su viejo Chevy de los años 1950 junto a su esposa. Ambos iban vestidos de blanco, en una señal temprana de desafío a la tiranía. Esa fue su marcha, me confesó en una llamada telefónica aquel día.
Se esposa, Arlenys Miranda, escribió en su perfil de Facebook: “Él no es homicida, ni ladrón, ni malhechor, ni se entromete en lo ajeno… pero es vigilado, censurado y hasta citado para comparecer ante las autoridades del gobierno cubano. Único delito: ser un cristiano comprometido con la verdad, la justicia, la libertad y el pueblo. Su manera de pensar afirmada sobre los principios bíblicos y su estilo de vida según el modelo de Jesucristo”[12].
Macías López, desde antes, intuía que en la fecha de la Marcha no podría salir a la calle por causa de la policía y, de hecho, ese día todas las esquinas con acceso a su casa tenían varios oficiales vestidos de civil. Frente al templo había dos agentes de la Seguridad del Estado, en la misma acera[13] el 15 de noviembre.
Aquel día, en el municipio periférico habanero de El Cotorro, el pastor Carlos Sebastián Hernández Armas, historiador de la Convención Bautista Occidental también manifestó su deseo de cambio en la Cuba totalitaria, uniéndose al llamado del 15N. Ese día posteó en su Facebook un selfie. Llevaba los elementos característicos de la convocatoria: una flor y un pulóver blancos. En el pulóver iba estampada una huella dactilar, con un espacio vacío al centro en forma de cruz.
Acompañaba la foto este versículo en 2 Samuel 22: 2-4: “Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos”. No es un verso cualquiera, sino uno que habla de resistencia, enfrentamiento, de al menos dos visiones opuestas que se tensan la cuerda social.
En la ciudad de Cárdenas, Matanzas, Reniel Rodríguez o Lunático, el nombre con que bautizó su perfil de X y su canal de YouTube (Lunático Debates), tenía 15 años el 15N. Aquel día convocó desde una esquina, mediante una transmisión en vivo, a que los habitantes de la urbe salieran a las calles. Iba vestido de blanco, como había pedido la convocatoria de Archipiélago, y con una flor en la mano.
Anduvo por la ciudad un rato. Mientras caminaba recibió una llamada. Era un funcionario del Partido Comunista local, que le ordenó borrar el video de la convocatoria y regresar a su casa. Asustado, Reniel obedeció. Poco después de llegar a casa, alguien llamó a su madre para amenazarla con que su hijo acabaría en prisión. La mujer no paraba de llorar y comenzó a sufrir problemas de hipertensión.
48 horas después las cosas empeoraron. Varios policías se apostaron frente a la escuela secundaria donde estudiaba Reniel. Preguntaron por él. Un maestro lo sacó de la escuela hasta los militares, y fue conducido a una Escuela de Formación Integral (EFI) del Ministerio del Interior, una suerte de centro penitenciario para menores de edad.
En solo 24 horas el caso del adolescente se viralizó en las redes sociales de cubanos dentro y fuera de la isla[14]. Varios cristianos alzaron su voz, especialmente aquellos del llamado Twitter[15] Cuba en ese momento, la comunidad de twitteros que interactuaba entorno a temas de la realidad nacional compartiendo información, debatiéndola, criticándola. Un microcosmos digital de libre expresión en el país real tras rejas.
Pablo Daniel Morales, el joven bautista detrás del canal de YouTube Pauloco x Cristo, posteó un meme propio que comparaba las actitudes de los maestros cubanos cuando en 1871 militares del Cuerpo de Voluntarios español buscaron a un grupo de estudiantes falsamente acusados de profanar la tumba del periodista Gonzalo Castañón. Ambos sucesos ocurrieron en noviembre, con 150 años de diferencia.
De un lado contrastaba la valentía del maestro de los estudiantes fusilados, que se negó a entregar a los jóvenes mientras estaban en la Universidad; del otro el servilismo del que llevó sin cuestionamientos a Reniel ante los militares.
Iván Daniel Calás llamó a través de sus redes sociales, el 18 de noviembre de 2021 a las 11 de la noche, a un Space de X para orar por Rainel, “joven de 15 años que está preso”. Calás dijo que todos eran bienvenidos, y junto al hashtag #FreeLunatico refirió el verso bíblico en Hebreos 13: 3: “Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos”[16].
Otros grupos de cristianos también habían tenido entre sus motivos de oración la libertad de Reniel. Beatriz Estupiñán, entonces profesora en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, admitió en respuesta a la convocatoria de Calás, que en un evento con otros evangélicos habían orado por él. La comunidad de fe estaba conectada con la realidad del país, no de espaldas a los problemas en la Cuba totalitaria, y sin sonrojarse lo anunciaban públicamente, especialmente los más jóvenes.
Reniel y Calás se habían conocido años atrás. En Twitter Cuba eran contrincantes públicos en temas como el aborto, del que el primero era defensor. Justamente, ese tema los unió poco antes de la detención, cuando Reniel había aceptado, después de meses de argumentos científicos y filosóficos el continuo y el valor de la vida humana desde el momento de la concepción.
Incluso, en marzo de 2022 ambos youtubers se unieron en un video en el que respondían comentarios proaborto que habían recibido en redes sociales. Calás lo presentaba como alguien a quien admiraba muchísimo, en referencia y validando la actitud política del 15N. “Él no es cristiano, pero hace poco se declaró provida y me pareció genial invitarlo a hacer este vídeo”.
En una interacción Calás explicó que muchos en X desestimaban su postura en favor de la vida porque, decían, sus argumentos tenían un trasfondo bíblico, aun cuando en sus debates no mencionaba el libro sagrado. A continuación, Calás afirmaba que muchos provida ni siquiera eran cristianos. En el siguiente corte Reniel lo apoyaba: “Así es Iván, yo soy ateo y soy pro-vida. La ciencia dice que la vida empieza en la concepción. Nada tiene que ver con la religión lo que estoy diciendo ahora”. La causa los había unido.
El 18 de noviembre de 2021, el relato sobre la situación actual de Reniel pareció dar un giro inesperado. El periódico Girón, órgano de prensa del Partido Comunista de Cuba en Matanzas, anunció que al día siguiente sería publicada una entrevista con la madre del muchacho.
La video entrevista fue editada con torpes cortes. La mujer reconocía que regañó a su hijo por convocar a la marcha. Según ella, el día 16 de noviembre se personaron en su casa varios “oficiales” que le “explicaron la situación”. Dijo a la prensa oficial, fue ella quien recogió a Reniel en la escuela y lo llevó a la EFI, donde militares y una funcionaria de la Fiscalía conversaron con el joven. Aseguró que le habían tratado bien, que pronto se incorporará a su centro educativo, y advirtió a los padres “que estuvieran pendientes de las redes sociales de sus hijos”. Reniel ni siquiera apareció en la entrevista[17].
El 19 de noviembre, el periodista Mario J. Pentón, del América TV, trató de confirmar el verdadero estado del joven. De respuesta recibió una fotografía y un audio, donde el youtuber decía: “Buenas noches. Soy Reniel. Gracias a todos por la preocupación. Estoy muy bien”. En el audio, de fondo, se oía a su madre decirle qué debía repetir. Un efecto dominó coactivo se había puesto en marcha. La policía presionaba a la madre, que a su vez presionaba al adolescente.
El viacrucis de Reniel no acabó allí. El Observatorio de Libertad Académica (OLA) denunció en abril de 2023 que había sido expulsado del Instituto Pre Universitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Carlos Marx, de la provincia Matanzas. Había sido privado del derecho a realizar los exámenes correspondientes a su enseñanza, por lo que permanecía “en un limbo educativo”, explicó OLA[18].
La institución académica aseguró que “debido a la presión familiar para mantener un ‘perfil bajo’, Reniel decidió alejarse de los temas políticos en sus redes sociales. Sin embargo, esto no fue suficiente y, durante un año, sufrió las vejaciones de los profesores y directivos del IPVCE”. La directora en una ocasión le enseñó una camisa de graduado y le dijo que nunca la usaría, el profesor de Preparación ciudadana lo señalaba como “el marginado” y “la mancha” de la escuela. No lo dejaban tocar la bandera en actos escolares, ni pertenecer a la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media. En el contexto totalitario y sus ritos institucionales era una no-persona.
En el centro de la capital, un activista pro-Derechos Humanos y miembro del movimiento apostólico, intentaba acudir a la convocatoria. Cerca del Parque del Quijote, del populoso barrio de El Vedado, Yoantone Marrero, más conocido como Tony Máx, pudo gritar “¡Viva la libertad! ¡Viva la democracia! ¡Viva Cuba libre!” antes que agentes de la Policía Nacional Revolucionaria lo arrestaran. En la esquina de las calles 25 y J, con una mano se quitó el nasobuco blanco para que se escuchara mejor su grito, y con la otra mano alzada hizo el pulgar y el índice formaron la letra L, de Libertad, símbolo común de la oposición al totalitarismo.
Una turba de decenas de hombres bloqueaba el acceso hacia el Parque del Quijote. Algunos llevaban banderas rojas del marxismo, otros uniformes policiales. Al lado de Tony iba otro hombre, el doctor Fernando Vázquez, un cubano que había ganado notoriedad en redes sociales por aquellas fechas.
A ambos, cuando iban subiendo la calle J con dirección a la Universidad de La Habana, los
interceptaron dos policías y un hombre de civil que gritó “¡Viva Fidel! ¡Viva la Revolución!”. A Tony le arrebataron el teléfono celular y le torcieron la muñeca. Los militares halaron y luego empujaron a los dos disidentes en los asientos traseros de una patrulla.
En un video que salió a la luz un par de meses después por la plataforma disidente Cuba en Familia, Tony contó su testimonio sobre lo ocurrido entorno a aquel día[19]. El activista comentó que se unió a la convocatoria del grupo Archipiélago desde el inicio y que muchos como él estaban ilusionados y expectantes con la posibilidad de que se diera la Marcha Cívica por el Cambio.
Según su relato, Archipiélago pidió nombres y firmas de personas que quisieran unirse a la participación del proyecto y a su promoción. “De alguna manera esa lista se filtró y la Seguridad del Estado me citó a un interrogatorio”, contó. Le preguntaron cuál era su actividad dentro del grupo, si planeaba participar en la marcha. Intimidaciones. Tony se negó a darles información.
El día 14 de noviembre recibió una llamada telefónica del Instructor que lo había interrogado. Amenazante, el militar le preguntó si saldría al día siguiente. Tony le colgó. El 15 comprobó que tenía frente a su casa vigilancia policial. Logró evadirla y llegar, por la Avenida 23, hasta el Parque del Quijote. Allí encontró altavoces con música para aparentar tranquilidad, y gente lista para un acto de repudio. El parque había sido uno de los puntos de encuentro a donde había convocado Archipiélago.
Según contó, vio al doctor Fernando Vázquez siendo empujado fuera del parque. Al parecer también había llegado allí por la convocatoria. Siguió a la turba a una cuadra del parque. En 25 y J gritó por la libertad.
En la patrulla policial lo terminaron llevando a la Estación de Aguilera, en el municipio Diez de Octubre. Allí le tiraron fotos, le tomaron las huellas, le interrogaron. Estuvo detenido 27 horas. “Me levantaron un Acta por cargos de contrarrevolucionario”, recordó Tony, algo que le parece contradictorio: “nosotros somos los revolucionarios, porque estamos buscando un cambio, una mejoría para nuestro pueblo, que sufre, que llora desde hace más de 60 años por tanta censura, tanta doctrina, tanta esclavitud, tantas falacias, que ha obligado a muchos a salir del país, huyendo de las garras comunistas”.
En las ergástulas vio a otros detenidos que llegaban, también convocados por Archipiélago. Conversó con ellos con “la fe y la esperanza de que la libertad de Cuba va a llegar, tiene que llegar, porque ningún régimen ha permanecido tanto tiempo, ni el nazismo, ni el estalinismo”.
Ya fuera de la cárcel confesó que seguían sus deseos de pelear por la libertad, “pero depende de nosotros, depende de la unidad, de nuestro esfuerzo, nuestra valentía, nuestra entrega a la causa de una manera genuina, sincera. Esperemos con fe que nuestro día va a llegar, y luchemos por ello”. Su testimonio terminó con un llamado a esperar y hacer con la fe en Dios.
La represión desbordada del día 15 no pasó desapercibida ante los ojos de líderes evangélicos cubanos. Bárbaro Abel Marrero, un académico y pastor bautista cuyos análisis sobre la introducción de la ideología de género por parte del totalitarismo ganaban repercusión en los últimos años, dedicó un texto titulado “La ignominia visitó Santa Clara”, sobre el acoso a cubanos y familiares de presos que se manifestaban por cambios políticos, los tristemente célebres actos de repudio[20].
Marrero, rector del Seminario Teológico Bautista de La Habana, comenzó su recuento enunciando su conexión con Santa Clara, su ciudad natal, la ciudad de la patriota decimonónica Marta Abreu. “Tal vez por eso me afectó tanto ser testigo virtual de los repugnantes eventos que mancharon sus calles este 15 de noviembre”, confesó.
El líder evangélico escribió en sus redes sociales cómo un grupo de socialistas se acercó, cargado de odio, a una casa de familia, profiriendo improperios. “Su magra creatividad solo alcanzaba para repetir una y otra vez frases revolucionarias antológicas como ´Pim pom fuera, ¡abajo la gusanera! ´ Puro lirismo”, ironizó.
Marreo se preguntaba quiénes eran los “gusanos” que pretendían exterminar. Su texto hacía referencia a la familia del preso político Andy García, “lacerada por la injusta prisión de un hijo (y un hermano), solo por el delito de manifestarse pacíficamente el 11 de julio”.
El pastor dio un paso más allá, y calificó el arresto del joven de 23 años como violento; denunció que había sido golpeado con brutalidad y encarcelado desde entonces arbitrariamente. “Para los repudiadores profesionales de turno todo este dolor no era suficiente –continuó-, sino que se empeñaron en aumentar el sufrimiento, ofendidos por un cartel en el balcón familiar, de solo tres palabras: Libertad para Andy”.
Marrero siguió en su denuncia sin ir por las ramas, adjetivando, y apuntó al centro del problema: “La jauría enfurecida, bien organizada, con sus carteles pre-elaborados, vestía predominantemente de rojo, como si quisieran despejar cualquier duda acerca de qué ideología estimula tanta maldad y rencor irracional. Me impresionó cómo esta familia respondió con música, con argumentos, por momentos hasta con una sonrisa; mientras que sus acosadores solo recurrían a alaridos y consignas trilladas”.
El pastor dedicó la segunda mitad de su post para hablar sobre el asedio a la casa de la activista Saily González y su madre, cuando otro grupo de simpatizantes marxistas y militares vestidos de civil se apostaron frente a la casa de ambas con el “ropaje despreciable del repudio” con el fin de “amedrentar, ofender, calumniar, amenazar y denigrar con furia inquisidora”.
Desde antes del amanecer y hasta la noche, una turba enardecida prohibió a ambas mujeres dejar su vivienda. Marrero describió a los represores, esencialmente, como “féminas con sobrepeso, con un odio visceral en la mirada, sedientas de violencia. Casualmente, repetían las mismas consignas. ¿Qué era lo que estaban repudiando en este caso? Una intelectual que se atrevió a pensar diferente y a expresar lo que cree. Una inteligencia que deseó proponer un camino diferente para la tierra que la vio nacer. Una joven que anhelaba salir de su casa y caminar por las calles de su ciudad vestida de blanco, con una rosa en la mano”.
Yuxtaponiendo actitudes, el líder religioso describió a Saily con ecuanimidad admirable, especialmente al recitar “La Rosa blanca de nuestro [José] Martí y se los dedicó a aquellas criminales del odio”. Los versos, en redondilla, aprendidos por los niños cubanos en la enseñanza elemental durante generaciones desde antes de 1959, rezaban: “Cultivo una rosa blanca/en junio como en enero/para el amigo sincero/que me da su mano franca. /Y para el cruel que me arranca/el corazón con que vivo;/cardo ni ortiga cultivo;/cultivo la rosa blanca”.
El poema mencionado por Marrero, es una sencilla alegoría de la amistad y la idea de no pagar mal por mal. La flor como metáfora del bien que se entrega a cambio de cardos y orugas, el mal, es una idea neotestamentaria, desgajada del poner la otra mejilla.
Por ese vaso comunicante Marreo conectó la rudeza de lo que había vivido Santa Clara aquel 15N, con los redentores valores cristianos. “Martí lo aprendió de Cristo, quien nos enseñó a amar aun a nuestros enemigos y a bendecir a quienes nos maldicen. Qué bueno si todos los cubanos siguiéramos estos referentes. Esa es nuestra única esperanza para vivir en paz; más aún, Cristo es nuestra única esperanza de salvación”.
La declaración final del artículo del profesor mantuvo el tono confrontativo. Su oración a Dios, dijo, era que episodios vergonzosos como los actos de repudio no se repitieran en la patria. Sin hacer distinciones ideológicas, Marrero afirmó que independientemente de la posición política que la persona abrace, nadie debería ser sometido al maltrato y abuso psicológico que había narrado.
“También intercedo por los infelices que se han degradado a semejante vileza, para que puedan arrepentirse sinceramente, por su propio bien -expresó. Finalmente, clamo por las familias que han sido laceradas por abyectas saetas de odio, que sus heridas sean sanadas y que su causa sea vindicada; que no sean vencidas de lo malo, como enseña el apóstol Pablo, sino que venzan con el bien el mal. Padre, ten misericordia de Cuba”.
*Yoe Suárez, autor de los libros de no ficción «La otra isla» (Finalista Michael Jacobs Fellowship 2016 y Latino International Book Award 2019), «El soplo del demonio. Violencia y pandillerismo en La Habana» (2018), «Charles en el mosaico” (Mención Casa de las Américas 2017) y “Leviatán. Policía política y terror Socialista en Cuba” (Premio Ilíada 2021). Sus libros han sido traducidos al italiano y al inglés. Fue corresponsal en La Habana de CBN News. Ha publicado en medios como The Hill, Newsweek, El Espectador, Univisión y El Español. Hizo periodismo narrativo y de investigación para medios cubanos independientes durante ocho años en la isla, hasta su exilio en agosto de 2022. Dirigió documentales como el largometraje «Cuba Crucis» (2022) y «Normadentro» (Premio Memoria Documental de la Muestra Joven ICAIC 2011). Ha aparecido como colaborador en Deutsche Welle y Mega TV y dirige la plataforma Boca de Lobo desde 2018.
[1] “Denuncian al menos un centenar de detenidos en Cuba durante protesta del 15N”, Swissinfo.ch, 17 noviembre 2021. https://www.swissinfo.ch/spa/cuba-protestas_denuncian-al-menos-un-centenar-de-detenidos-en-cuba-durante-protesta-del-15n/47117188
[2] “Coco Fariñas sobre la salida de Yunior García: ´Para mí es una cobardía´”, Actualidad Radio, 19 noviembre 2021. http://actualidadradio.com/noticias/coco-farinas-sobre-la-salida-de-yunior-garcia-para-mi-es-una-cobardia-audio/
[3] González, Anay: “Yunior García Aguilera: Salí de Cuba gracias al grupo religioso los Focolares”, Cibercuba, 9 junio 2022. https://www.cibercuba.com/noticias/2022-06-09-u208347-e208347-s27061-yunior-garcia-aguilera-sali-cuba-gracias-al-grupo
[4] “Denuncian al menos un centenar de detenidos en Cuba durante protesta del 15N”, Ídem.
[5] “Yunior García habla desde España: ´Mi intención desde que llegué siempre es volver a Cuba´”, CNN, 18 noviembre 2021. https://cnnespanol.cnn.com/2021/11/18/yunior-garcia-habla-desde-espana-mi-intencion-desde-que-llegue-siempre-es-volver-a-cuba/
[6] “Yunior García Aguilera pedirá asilo político en España: volver a Cuba ahora ´sería un suicidio´”, América Noticias, 25 enero 2022. https://www.americateve.com/cuba/yunior-garcia-aguilera-pedira-asilo-politico-espana-volver-cuba-ahora-seria-un-suicidio-n1126201
[7] 26 oct 2021. Archivo del autor.
[8] Facebook, 11 nov 2021. https://www.facebook.com/arlenys.miranda.37/posts/1091726684907181
[9] Suárez, Y. (10 de noviembre de 2021). “No se persiguen delitos, en Cuba se persiguen ideales”: pastor Enrique Fundora tras amenazas del régimen. La Hora de Cuba. http://lahoradecuba.com/2021/11/10/no-se-persiguen-delitos-en-cuba-se-persiguen-ideales-pastor-enrique-fundora-tras-amenazas-del-regimen/
[10] “The God of Grace in Judaism and the Hebrew Bible”, Donald J. Westblade, conferencia para Hillsdale College, 2023.
[11] Entrevista con el autor.
[12] “Hoy he tenido la oportunidad de acompañar a mi esposo, el Pastor Carlos Raúl Macías, a la estación de policía de Jovellanos, pues ayer fue citado por la Seguridad del Estado”. Facebook, 12 de noviembre de 2023. https://www.facebook.com/arlenys.miranda.37/posts/1092365214843328
[13] Entrevista con el autor.
[14] “¿Quién es Reniel Rodríguez, el ´Reniel´ menor de edad que salió a marchar el 15N?”, YucaByte, 20 noviembre 2021. https://www.yucabyte.org/2021/11/20/lunatico/
[15] Actual X.
[16] “Hoy vamos a orar por Reniel. Se agradece difusión. ¡Nos vemos a las 11! … Dios mediante”, Iván Daniel Calás, Facebook,18 noviembre 2021. https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=pfbid02PELzoRry98Aizi7nker3jRBraT5NymBwCPxSVqpZvmicaazdK1vRLhgb6CMCVCL4l&id=100010016461353
[17] “¿Quién es Reniel Rodríguez, el ´Reniel´ menor de edad que salió a marchar el 15N?”, Ídem.
[18] “Expulsado de su preuniversitario un adolescente cubano detenido en 2021 por llamar a marchar por el cambio”, Diario de Cuba, 8 abril 2023. https://diariodecuba.com/derechos-humanos/1680991180_46355.html
[19] Archivo del autor.
[20] Bárbaro Abel Marrero, Facebook, 17 noviembre 2021. https://www.facebook.com/barbaroabel.marrero/posts/1950996681726197
